Por qué fracasó la subasta de Sotheby's (parte 2)

Continuando, se trata más sobre el diamante Lesedi la Rona y por qué no se vendió en Sotheby's; consulte el blog de la semana pasada [ Por qué fracasó la subasta de Sotheby's, parte 1 ] que se publicó el 5 de octubre.

En noviembre de 2015, pocos días antes del descubrimiento del diamante Lesedi, Joseph Lau, un magnate inmobiliario de Hong Kong, pagó 48,5 millones de dólares en Sotheby's en Ginebra por un diamante de 12,03 quilates. La noche anterior, Lau había pagado 28,5 millones de dólares en Christie's por un diamante rosa de 16 quilates, o 77 millones de dólares en dos días por dos diamantes.

ENCONTRAR UN SUPERDIAMANTE Este es un proceso complicado, por lo que lo desglosaremos en viñetas:

• Los molinos de diamantes golpean y trituran la roca, enviando los pedazos rotos a través de una maraña de conductos hasta que se reducen a una corriente de minerales pesados.

• Sólo los minerales muy densos (diamantes) llegan a la cinta transportadora final y se dirigen a un banco de rayos X.

• Ciertas impurezas hacen que los diamantes emitan fluorescencia bajo rayos X. Cuando un fotomultiplicador detecta una explosión de fluorescencia, alerta a un grupo de chorros de aire de que se acerca un diamante.

• A medida que los granos minerales caen del extremo de la cinta transportadora, los chorros de aire expulsan el diamante de la corriente; el 95% de los diamantes se capturan en la primera pasada, pero SÓLO los diamantes de hasta 1100 quilates pasan por UN rayo X extra potente (XRT).

• Desde el día en que la empresa la puso en marcha, esta máquina no le dijo que sí a ninguna piedra durante cinco meses ininterrumpidos. Entonces, una noche de noviembre de 2015, vio al Lesedi pasar a toda velocidad por su haz de rayos X y lo envió dando tumbos por un conducto hasta la sala de recuperación, donde los clasificadores, estupefactos, lo encontraron por la mañana. ¡¡¡Algo muy emocionante!!!

VENTA DEL SUPER DIAMANTE

Aquí están las narrativas en competencia:

Los diamantistas [expertos en el corte de diamantes para convertirlos en gemas] dicen que el valor del diamante en bruto es su resultado final pulido y sólo ellos pueden decir cuál debe ser.

William Lamb, director ejecutivo de Lucara, la empresa propietaria del Lesedi, afirma que un diamante en bruto tiene un encanto propio. Es único, como un gran cuadro, y debería considerarse un Picasso... y venderse en una subasta. (Resulta que estoy de acuerdo con esta hipótesis).

Un experto de Nueva York, Donald Palmieri, viajó a Botsuana para ver el Lesedi y lo calificó como una “experiencia que cambió mi vida”. Una de sus asociadas, Halina Kaban, dijo: “Espero que nunca lo corten”. (Casi me caigo de la silla cuando leí esto: fue exactamente lo que pensé cuando vi el Lesedi).

Lesedi la Rona: El diamante en bruto de 1.109 quilates

Foto: Cortesía de Sotheby’s

COMIENZA LA REACCIÓN VENENOSA

El autor, Matthew Hart, cuenta: “Incluso antes de ver el diamante, había oído a los comerciantes hablar mal de él. No era ningún secreto que los comerciantes de diamantes estaban hablando mal de Lesedi. La calle estaba inundada de chismes venenosos. Siempre había pensado que el diamante por sí solo acallaría esos rumores. Pero no: en la subasta, esa gente tenía a William Lamb a su merced”.

LA CONCLUSIÓN

El juego de diamantes de alta gama se juega en un campo muy reducido y con muy pocos participantes. Por eso es importante que personas como el multimillonario Laurence Graff digan: "Simplemente no es así como se hace. No queremos exponernos en público [en una subasta]. Nos parece indeseable". NOTA: Graff tiene 78 años. Tal vez los tiempos estén cambiando. Menos de un mes después, Lamb tenía una oferta por el Lesedi La Rona que estaba muy por encima del precio de la subasta fallida.

Shaun Nelson-Henrick

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